Un aire fresco envuelve la ciudad… somos parte del viento. En RadioUrbana, cada segundo de cada una de las 24 horas es concebido como un vehículo que lleva un mensaje. No son ondas puestas a vagar; son mensajes dispuestos a comunicar -recuerdos, informaciones, acordes y compases, sensaciones y noticias- un todo, una señal que se multiplica en códigos. A la vuelta de cada palabra, sonido y silencio, aquí habrá siempre un mensaje.

domingo, 30 de diciembre de 2007

117) ESTE AÑO ¿NO TIENE BONUS TRACK...?

Lo mires por donde lo mires, el calendario 2007 ya no tiene más casilleros, sólo uno y es el de mañana... pero y después ¡¡qué!! Quizá ése debió haber sido el pedido a Papá Noel: un año con bonus track.


Pero Santa ya está relajado haciendo sus ejercicios de tai chi después de tantas piruetas con los renos y el trineo volando de aquí para allá alrededor del planeta la Nochebuena.

Y además hay que admitir que también están los que, un poco o bastante enojados -se les ve en la cara, ¿te diste cuenta de eso?- venían pidiendo "¡por favor que se acabe el año!", poniendo sus expectativas en que el inminente 2008 será mejor.
Porque hay de todo... para unos, el año que se va fue bueno, pero para otros fue malo, dualidad que en definitiva es cosa del destino, entendiendo por destino el contenido del libro que a cada uno nos toca a la hora de dar el primer grito, porque según dicen, cuando salimos de aquella panza original ya estaba escrito nuestro plan de acción, de por vida.
Como sea, y por orden del papa Gregorio 13, mañana se termina el año.
Pero cuando mañana a la medianoche estemos atravesando la manga inflable, saldremos a la cancha para jugar otro partido que durará 365 días. ¿Te ves con la camiseta -celeste y blanca, obvio- de Leo Messi?, ¿te queda la del Apache?, ¿o te sentís más cómodo en los botines de Román?
Pensá que no está previsto un lugar ni en la platea para vos; dejá que otros sean espectadores si quieren quedarse afuera de esta parada. Vos tenés que salir a correr tras la pelota y de alguna manera aportar para que el equipo de los buenos, tu equipo, sea el ganador.
Tenés 525.600 segundos (según cálculo de Sebastián Yanucci) y se juega en un solo tiempo.
¿Será que si hacemos las cosas bien, no vamos a necesitar pedir alargue?
Porque convengamos que si al comenzar esta hoja urbana pedimos un año con bonus track o para este partido que se viene ya especulamos con minutos de alargue, debe ser por algo.
¿Es que con tantas ocupaciones, no nos alcanza el tiempo?, ¿o es que el tiempo pasa cada vez más rápido?. ¡Hasta los más chicos se quejan de lo mismo, que el tiempo se pasa volando!
La relatividad de Einstein o los relojes escurridos de Dalí pueden darnos respuestas al dilema, pero a la hora de los bifes ¡¡el tiempo cada vez pasa más rápido!!, en eso casi todos estamos de acuerdo.
Otra cosa en la que todos estamos de acuerdo es en que al hacer el balance del período que se termina corresponde agradecer, y mucho, a todas/os quienes en algún momento eligieron RadioUrbana como compañía de sus horas en el hogar, en el trabajo, durante sus ratos de viaje y en los de ocio, incluso en sus noches de insomnio. Agradecimiento que se hace extensivo a los lectores de este humilde blog y en particular a los anunciantes de la radio, que con su inversión publicitaria no sólo llegan a un público selecto e inteligente -como lo son ustedes, los seguidores fieles del 90.1- sino también apoyan a un medio joven, independiente (de verdad) y diferente. GRACIAS A TODOS POR ELEGIR Y ESTAR CON RADIOURBANA 90.1.
El año próximo pondremos nuestros mayores esfuerzos al servicio de nuevas ideas para seguir sorprendiéndolos y así retribuir su preferencia, su apoyo, tanto afecto y tanta buena onda.
¡Feliz 2008 para toooodo Jujuy, la Argentina y el mundo!, ¡les dejamos un abrazote así de grandote para todos!!!


sábado, 22 de diciembre de 2007

116) BUENOS AIRES SE VE TAN SUSCEPTIBLE...

Nada más barato que la imaginación para volar. Y en ese vuelo podemos llegar alto, muy alto. Lo suficiente como para espiar a la Reina del Plata (con sus curvas, sus brillos y sus secretos) desde arriba (desde el aire es como dice Cerati: "Buenos Aires se ve tan susceptible..."), en un viaje imaginario que haremos desde aquí hacia la cosmopolita capital argentina con el único propósito de... tomar algo.
"¿Qué se van a servir?", preguntaría entonces el mozo de un antiguo bar porteño, veterano en estas lides, de chaqueta blanca y servilleta en el brazo derecho, con su bien conservado castizo que delata natalicio en el Reino de la Madre Patria y se remarca con su confeso amor al Real Madrid.
"Qué qué se van a servir, dije", insistirá ya con menos cordialidad, señal quizá de poca paciencia. Y para empeorar las cosas, nuestra respuesta: "Soda, sólo Soda".
"¡Pues tíos, que si sólo quieren Soda... no es aquí donde deben venir!!!" Y el gallego -así le decimos, aunque no haya nacido en Galicia- tiene razón, porque ¡Soda está en el Monumental! (¿dónde si no?, dicho sea de paso)

Gustavo Cerati, Zeta Bosio y Charly Alberti volvieron a entrecruzar sus caminos y Soda Stereo volvió a la vida y por ello a tocar en vivo, con todo lo que eso podía significar. Por ejemplo, llenar SEIS veces el estadio de River Plate en la Capital Federal y una vez el estadio mundialista de Córdoba (lo que no alcanza para decir que el país que los hizo grandes haya tenido la oportunidad de verlos en este gran bis. Cuenta pendiente con el resto de la Argentina, muchachos...) y salir de gira por el continente hasta llegar a los dominios del Tío Sam.
Tras 10 años de separación, Soda Stereo volvió a reunirse para una serie de conciertos que comenzó el 19 de noviembre con el primero de cinco recitales en el estadio Monumental para luego continuar una gira de 22 shows en nueve países: Argentina (Córdoba), Chile, Ecuador, México, Estados Unidos, Colombia, Panamá, Venezuela y Perú, y que cerró anoche con el sexto River, superando así a los Rolling Stones, quen tenían el record de cinco presentaciones en ese estadio.
Previamente, con el pretexto de llevar saludos de fin de año en nombre de CAPIF (Cámara Argentina de Productores de Fonogramas y Videogramas), a la vuelta del intenso viaje, A-B-C hicieron escala en la Casa Rosada para encontrarse con la nueva Presidenta.
Como a nadie antes, a Cristina (que se la veía chocha, como fan de la primera hora) le contaron algunas vivencias del tour, anécdotas de los conciertos que dieron en varios países de América Latina y Estados Unidos y seguramente hubo otras confidencias más ya que la charla, que se desarrolló en el despacho presidencial, ¡¡duró más de 40 minutos!! En la foto se ve con ellos a Afo Verde, titular de Sony BMG-Sur y presidente de la CAPIF, y al vocero presidencial Miguel Núñez.
Pero como nuestro viaje sólo es imaginario, para aproximarnos a lo que fue anoche el segundo final de la historia, compartimos a continuación la crónica que escribió para la agencia noticiosa DyN el periodista Daniel Banchero. Él lo vio y vivió así:

SODA CONCRETO SU SEGUNDA DESPEDIDA EN RIVER ANTE UNOS 70 MIL ESPECTADORES
BUENOS AIRES, dic 22 (DyN) - El conjunto Soda Stereo concretó su segunda despedida desde su formación hace 20 años y tras 10 de separación, ante unos 70 mil espectadores en River Plate, en un regreso que permitió al grupo ‘limar asperezas‘ que los habían dividido y que terminó con un abrazo de los tres integrantes en el centro del escenario en el Monumental.
El trío liderado por el vocalista Gustavo Cerati en guitarra, Héctor ‘Zeta‘ Bosio en el bajo y Charly Alberti en batería, recorrió las recordadas canciones del grupo, que tuvo su pico de incidencia en el década del ’90, en el tour del retorno denominado ‘Me verás volver-2008‘, clausurando una gira americana realizada en más de 20 países del continente.
Con el concierto de anoche, Soda Stereo superó el récord de la banda inglesa The Rolling Stones, que ostentaba cinco funciones consecutivas en el estadio de River en un solo año.
El concierto de cierre se inició con el exitoso tema ‘Juegos de seducción‘, con el cual la banda puso en marcha la despedida, sumó una nueva canción ‘no interpretada durante esta etapa‘, según Cerati, tema titulado ‘Sin no fuera por‘, antes retornar a clásicos de su historia como ‘Tele K‘, ‘Imágenes retro‘, ‘Texturas‘ y ‘Hombre al agua‘.
‘Buenas Aires. Bienvenidos a la gran fiesta del rock‘, fueron las palabras con las que el cantante se dirigió al público que colmó las instalaciones de River. Más de 35 mil de los 70 mil espectadores se ubicaron en el campo de juego que, junto a los de las plateas, le pusieron ritmo al concierto haciendo mover las gradas y el campo ante uno de los éxitos del legendario grupo ‘Cuando pase el temblor‘, seguido de ‘Final caja negra‘ y ‘Corazón delator‘.
El espectáculo, que no varió sustancialmente el repertorio de la gira del regreso y que generó un importante respuesta del público, tuvo su pico de emoción con canciones de la talla de ‘En la ciudad de la furia‘, ‘Picnic en el 4to B‘, con Andrea Alvarez y Carlos Alomar invitados en percusión y guitarra, respectivamente, para finalizar ese tramo con ‘Zoom‘.
En ‘Signos‘ se sumó ‘Gillespie‘ y su trompeta, para continuar con uno de los temas más recordados ‘Sobredosis de TV‘, y siguió ‘Danza rota‘, ‘Persiana americana‘ con Fabián ‘Zorrito Von‘ Quintiero, y ‘Fue‘ con el regreso de Gillespie y cerrar ese tramo con ‘En remolinos‘. Soda Stereo logró amalgamar a distintas generaciones, alternando los seguidores del inicio del grupo con seguidores de las nuevas generaciones, sumados a la ‘Sodamanía‘.
El concierto, de tres horas y 20 minutos de duración, tuvo un sonido impecable en todo el estadio, que no hizo extrañar las grandes producciones internacionales que se realizaron en el estadio del barrio de Núñez, con un repaso de canciones del comienzo del trío basado en los temas de recordados albúmenes ‘Dynamo‘ y ‘Canción Animal‘.
Con Richard Coleman interpretaron ‘Primavera 0‘ y ‘No existes‘ y en trío interpretaron ‘Sueles dejarme solo‘, ‘Séptimo día‘, ‘Un millón de años luz‘, para cerrar las tres horas de recital. En el cierre incluyeron en la lista ‘De música ligera‘, otro tema que posiblemente quede en los oídos de quienes aún anhelan la continuidad de la banda, un rumor de su continuidad que estuvo presente durante toda la jornada, pero Cerati se encargó de dejar en claro que volverían a sus actividades solistas.
En los bises, que tuvo dos etapas, se prolongaron durante siete canciones, uno de ellos fue con temas con ‘Cae el sol‘, finalizado con la introducción de ‘Here comes the sun‘ de Los Beatles, ‘Disco eterno‘, ‘Prófugos‘, y Cerati le preguntó a su compañero ‘Zeta‘, aludiendo a la empresa de telefonía celular que los auspició durante la gira, si tenía ‘un breve mensaje de texto‘ para enviarles a sus seguidores. El contrapunto se dio con los espectadores más cercanos al escenario, que le pedían a Cerati que dejara cantar un tema a Bosio con el cántico: ‘Que cante ’Zeta’ la pu... que lo parió‘.
Otra de las continuas expresiones populares, tal vez la más festejada, pero que no tuvo respuesta inmediata fue: ‘Y Soda no se va, no se va, Soda no se va‘, provocando otra salida para interpretar ‘Terapia de amor intensiva‘ con la invitación de Alomar.
El final fue con los tres intérpretes convocando al equipo que formó parte del regreso para cerrar con ‘Vitaminas‘, y Cerati reiteró el recordado y memorable: ‘Gracias‘, que tuvo su esperada respuesta ‘Totales‘, de parte del público, frase que por segunda vez marcó el final de la banda para el retornar a sus actividades solista.

(Nota del blog: Aunque el viaje que proponíamos al principo era imaginario, vale apuntar que las fotos aéreas son reales, tomadas con nuestra propia cámara desde un avión el primer fin de semana de diciembre. Y las fotos del concierto final, como también mucha más data, las podés ver en el sitio oficial de la banda http://www.sodastereo.com/)

domingo, 16 de diciembre de 2007

115) PERSONAL FESTICHOLA

DÍA 2 EN EL PERSONAL FEST 07:
Si la primera noche nos ganó por cansancio, el pronóstico para el segundo round no era muy favorable a nosotros. Pero un buen almuerzo con amigos -Marcelo y Karina- nos proveyó de la energía necesaria para afrontar la segunda noche del Personal Fest 2007.
Es que al mediodía del sábado pudimos alimentar el espíritu con la potencia de la amistad sincera, y llenar el estómago con hidratos de carbono y un poco de colesterol. "¡Todo sea por cargar las pilas!", dijimos al momento de clavarle el diente a unos poderosos sorrentinos y una bellísima milanesa napolitana. ¡Gracias Marce, gracias Tana!! Nos divertimos mucho con ustedes, tanto como los queremos.
Pero el trabajo es el trabajo, y a Buenos Aires fuimos a eso, a trabajar, sí señor. Aunque usted no lo crea. Pero debemos admitir que su duda se justifica, porque la verdad... ¡la pasamos joya, loco!!! Cómo si no, con la programación de la segunda jornada.
Adrenalina. Esa fue la sustancia que produjo el cuerpo durante las casi siete horas de música que vivimos. El cuore a cada rato se aceleraba: era adrenalina emotiva, no de vértigo, aunque las sensaciones en verdad eran fuertes.
Apenas llegamos al Club Ciudad de Buenos Aires nos acordamos de Marcela Cabrera Aubert, la conductora del 90.1 que tanto "manijeó" en los últimos meses en su programa ABC Hits al Cuarteto de Nos, la banda uruguaya que allá por septiembre te sedujo la oreja con su "Yendo a la casa de Damián" y semanas más tarde disparaba "No sé que hacer conmigo".
Los orientales subieron al Personal Manía Stage -el segundo en importancia del festival- y desde allí acapararon la atención de los que habían sido primeros en llegar. El sector estaba bastante poblado y una buena porción del público se sabía los estribillos y hasta canciones enteras, así que tanto los de arriba como los de abajo quedaron totalmente satisfechos cuando el show se dio por terminado. Conclusión: el Cuarteto de Nos tiene mucho más para cortar, y atenti que Marcela tiene el disco completo y lo guarda bajo siete llaves... ¡es oro en polvo y lo fracciona poco a poco!
Vamos a decir que para entonces, ya habían pasado por ese y otros escenarios -la grilla comenzaba a desgranarse a las cinco de la tarde- números como Timaias, el cuarteto platense "El mató a un policía motorizado" que mostró su fresca impronta noise (para tener en cuenta: "Navidad de los santos", "Chica rutera" y "Terrorismo en la copa del mundo"), Tony 70, Mi Tortuga Montreaux y la banda dark liderada por Richard Coleman, Los 7 Delfines (foto arriba derecha), de la que Bebe Contepomi dice: "Es un referente de las bandas alternativas, a través de poderosas presentaciones en vivo y un puñado de muy buenos álbumes en más de quince años de carrera".
Del escenario Personal Manía nos fuimos al Personal Motorola Stage para asistir al más que divertido show de los checos Monkey Business que en sus trajes blancos con finas rayas iluminaron el final de la tarde porteña con una brillante performance en la que hicieron temas como "Song for all nation", "Party shit" y "Monkeytown" -no confundir con Funkytown-, todo enhebrado por un hilo de fuerte fibra disco de los años ’70, virando hacia el funky con soltura y hasta animándose a condimentar las canciones con un plus de ópera y otros touch exóticos, todo de la mano y versatilidad de su líder y cantante Matthew Ruppert.
Este tipo nos deslumbró con sus piruetas vocales y físicas, siendo que su partenaire vocal -una menuda cantante negra- no se quedaba atrás aunque siempre quedó en claro quién manda en escena. Fue ella quien con ganas se puso una peluca rosada flúo que al final del show regalaría a una fan, cuando ambos saltaron por encima de las vallas de seguridad para saludar personalmente a parte del público que los aclamaba al costado del escenario.





Para seguir husmeando en la propuesta internacional del Personal Fest, elegimos a continuación el espacio más pequeño, rodeado de árboles y muy íntimo, ideal para escuchar al brasileño Ed Motta, hacedor de un estilo en el que a bordo de la esencia de la música de su país se va de viaje por interesantes caminos funk y ritmos aledaños y otros no tanto. El voluminoso músico y cantante, que viene bastante seguido al país para tocar en Buenos Aires, Córdoba y Rosario, creó un clima que le venía "de perillas" al siguiente ocupante de ese tablado, Fito Páez, pero aunque estarían sólo él y su piano ahí arriba, poner su sonido a punto ¡fue un parto con técnicos enojados a la vista del público y todo!
La espera hizo que uno se dedicara a mirar hasta las distintas variedades de insectos que, como aspirante a famoso frente a cámara de casting de reality, se encandilaban con los reflectores. Entonces constatamos, y por eso consta en actas, que la gente que esperaba a Páez iba desde los cinco o seis años de edad -acompañados por sus padres- hasta cincuentones bien conservados -acompañados por sus novias jóvenes (¿miauu?)-, portadores incluso de algún tatuaje a la vista.
Aprovechando el impasse, pusimos proa al segundo escenario para alcanzar a ver y escuchar a Los Cafres con su himno "Si el amor se cae". La cantidad de gente que los alentaba hacía evidente que no fueron vanos los 15 años de carrera de la banda y se vio que el público tiene buena memoria porque sumaron voces para las letras de los temas de "Quién dá más" y de los dos más recientes "Hombre simple" y "Barrilete" que hace poco fueron editados en simultáneo.
Volvimos sobre nuestros pasos hacia el escenario Arnet. Cuando los sonidistas tuvieron el control de la situación, Fito se sentó frente a las teclas blancas y negras, idem color de su traje, zapatos, calcetines y anteojos. Menos las canas y la remera (blancas), todo lo demás, negro. Lo mismo que el piano de cola, para un show que también traería cola.
El rosarino venía dispuesto a desenrrollar las partituras de "Rodolfo", su nuevo disco de sólo piano -todo lo contrario al anterior "El mundo cabe en una canción", en el que suena una banda a full-, pero parece que nadie le explicó que la productora que lo contrató hace tocar a otros artistas más al mismo tiempo y en el mismo club, porque esa es la gracia del festival.
Claro, mientras lo escuchábamos a él en el Arnet Música Stage, en el central estaba terminando su set Luis Alberto Spinetta y Los Cafres hacían los bises en el Personal Manía Stage, donde a continuación arrancó Cultura Profética continuando la descarga de reggae. Así, parecía que le mojaban la oreja a Fito cada vez que una canción suya se apagaba y se colaban entre los árboles los ecos de los otros artistas. ¡No lo podía entender!!! y entonces cada vez que terminaba un tema, ¡zas!, dale de nuevo con que "esto no puede ser...", "así no se puede tocar...", "quéjense con los organizadores...", hasta desembocar en un anuncio inesperado: "Para resarcirlos de esto, me voy a quedar más tiempo en el escenario y vamos a hacer más canciones". Y "oléee, olée, oléee, oléeeee... Fiitoooo, Fiitoooo!!" rugió complacida la popular. Claro, todo el mundo chocho de la vida, ¿qué más se le podía pedir a un Fito enojado?, y fue negocio redondo: hizo títulos de sus dos discos más nuevos y hasta entró al archivo para desempolvar emotivos éxitos como "Ciudad de pobres corazones" y "Naturaleza sangre" -para las que saltó del piano rumbo al borde del escenario con la guitarra eléctrica, nerviosa, colgada al cuello-, "Thelma y Louis", "11 y 6" -que cantó con su amiga rosarina Anita Alvarez- y "La rueda mágica" -con Gonzalo Aloras y Vandera, también de los pagos de Fontanarrosa-, entre otras.
Vale decirlo de nuevo: salimos ganado. Al punto que Fito no se hizo rogar mucho para hacer bises, no obstante lo cual insistía con que "cuando me vean en la calle háganme acordar de esta noche, para ir a la casa de cada uno de ustedes a tocarles unas canciones en su piano". ¡Wake up!, sólo era una forma de decir, pero no estaría mal ponerlo en la lista de sueños... ¿o no?
Sincronicemos relojes. Son más de las once de la noche. El clima está agradable, no hace frío, tampoco calor. Pero estamos cansados de tanto caminar y/o estar parados. Porque no sólo de música vive el hombre. Había que mirar un poco lo demás. Por ejemplo, había una carpa en la que hacían masajes, en otra ¡te leían la suerte!, más acá en un kiosko podías comprar termos de té con la imagen de un burrito, más allá te podías sacar una foto con Los Pumas, del otro lado estaba el área gastronómica, también había un salón VIP al que entraban los famosos (¿?) y una carpa muy interesante en la que había juegos y mucha información sobre las últimas novedades en tecnología celular. En la de las remeras paramos para comprar algunas. Además, había un stand en el que recibían baterías y celulares en desuso para su reciclado y disposición final. A cambio de una batería vieja y desauciada nos dieron una remera ilustrada por Tute, el humorista que dibuja para el diario La Nación.
También al costado del escenario principal se había montado un pequeño tablado denominado Motorokr Stage, reservado para las "Nuevas bandas", o sea las que resultaron ganadoras del concurso organizado por Personal y Much Music. Allí habíamos visto el viernes la buena actuación de Lymon Fiume -cuatro varones, cada uno en lo suyo, y una violinista de estridente vestido- y el sábado nos sorprendió la The Rock and Rule Swing Band, llegada desde Rosario con sus instrumentos desbordantes de música de los ´40 a los ´70. Pipí cucú, diría algún personaje del Negro Olmedo.
Retomemos. Después de Páez recalamos en la carpa de Prensa para cargar combustible y prepararnos para lo que se preveía como el gran final: el norteamericano Chris Cornell. Lo tendríamos a pocos metros, así que no había de qué preocuparse. Seguro lo veríamos y escucharíamos. ¡Y vaya si lo escuchamos!
No te podemos describir con palabras por escrito lo que fue la polenta de este chabón arriba del escenario. Un huracán de una hora y media, un tsunami en todo el predio fabricado a partir de dos guitarras, bajo, batería y una voz tan madura como expresiva, la de Cornell, ex cantante de Soundgarden y Audioslave, que fueron dos bandas representativas de los ´90 y la primera mitad de esta década -en ese orden-.
Entre los periodistas se construyó el perfil al día de este pibe: unos dijeron que el material que estaba presentando es su disco solista "Carry on", surgido a partir de la canción "You know my name" incluida en la banda de sonido de "Casino Royale", última peli de James Bond; otros aportaron que el chico proviene del movimiento grunge, potente propuesta rockera de la cultura Seattle; y hasta nos apuntaron algunas de las canciones de la noche: Black hole sun (de su época de Soundgarden), Spoonman, Cochise, Rusty cage, Slave and bulldozer, Hunger strike -de la banda grunge Temple of Dog-, Like a stone, Whole Lotta Love -de sus admirados Led Zeppelin-, The end -de The Doors- y Bela Lugosi is dead -de Bauhaus-, entre varias más.
Algunos de sus temas rotan por estos días en el espacio Satélite Radio del 90.1, alertá a tus oídos para que disfruten a Cornell en RadioUrbana.
Diríamos que esta recomendación fue con el último aliento. El agotamiento ganó de nuevo esa noche pero sin lugar a ninguna duda el Personal Fest había sido una fiesta personal, porque cada uno pudo elegir su "line up", su menú de artistas, e ir a la búsqueda de "su" cartelera. No pudimos estar en todos los shows que queríamos, pero igual estamos conformes y satisfechos. Y aún, un poco cansados, felizmente, de tan preciosa maratón.
Visitá de nuevo este blog en breve, porque seguramente han quedado algunas apostillas enredadas entre estas teclas y otras estarán atrapadas todavía en la maraña de ropa en el bolso, que de tan cerrado que está parece estar esperando un nuevo destino ya listo para partir. Sólo espera que el celular suene de nuevo.
¿Hola?, ¿hola?... parecía que justo estaba sonando..., debe ser nuestra imaginación. O habrá que ponerle SODA, parece que puro hace mal. Pero SODA es lo que nos faltó este año, Personalmente hablando.
(Ojalá Gustavo, Zeta y Charly toquen una más, y no pedimos más. Por cualquier cosa, tenemos los teléfonos cargados y con crédito).

114) ESTABA TAN BUENA LA FIESTA...

...que duró dos noches!!

Así fue. El viernes 7 y el sábado 8 de diciembre se realizó en el predio del Club Ciudad de Buenos Aires -en la mismísima capital del país- el Personal Fest 2007.
Y estuvimos ahí para después, ahora, contarte todo, o por lo menos lo que alcanzamos a ver y oír, porque fue tanto lo que hubo que será un poco complicado. Pero no arrugamos. Aquí vamos.
En principio, corresponde agradecer a todos los que hicieron posible la presencia de RadioUrbana en este verdadero clásico en la primavera porteña: Dante Roncaglia, Leslie Colquhoun, Alejandro Alonso, Diego Fantini, Susana Menéndez y Hernán (de FAT), ¡a todos, muchisisisímas gracias!!!!. También para la gente de http://elconquistador.com.ar/, que nos atendió muy bien durante nuestra estadía allí.
Por otra parte, nuestro más caluroso abrazo para Marcelo Vincet y Karina que, como siempre, nos recibieron de la mejor manera en Buenos Aires ¡gracias amigos, de todo corazón!

DÍA 1 EN EL PERSONAL FEST:
Llegamos como a las 18:30 y la movida ya había comenzado. Lo primero fue pujar por una peluca -azul, como las de la promoción-, misión que no fue fácil. Los pintorescos personajes que esperaban al público en uno de los senderos de ingreso eran casi asaltados cada vez que se disponían a repartirlas, ¡todo el mundo quería una! Ellas y ellos, muy simpáticos por cierto, le daban la bienvenida a todos y así las pelucas, que en un momento ya eran de todos colores y formas, se acababan rápidamente.
El furor de las pelucas treparía hasta los mismísimos escenarios, según quedó a la vista cuando algunos de los artistas reclamban la suya para calzársela en la testuz y lucirla con desenfreno. Ya verás los resultados, en las próximas fotos.





Y mientras muchos pujaban por ponerse un colorido visoñé o implementos similares en la cabeza, Vicentico enfundaba sus manos en un par de guantes de softbol Rawlings de palmas blancas y nudillos negros, para empuñar con firmeza la jirafa del micrófono y el pintoresco bastón con el que entró a escena.
Así arrancó Gabriel su show, cuando todavía la tarde era luminosa. Considerando que el Personal Motorola Stage era el escenario principal, ése era un buen lugar para que cantara el ex vocalista de Los Fabulosos Cadillacs; pero no en ese momento... ¡éramos tan pocos!
Además, un rato antes el chabón había estado pispeando desde atrás de bambalinas y la tenía clara, las primeras filas estaban ya ocupadas por individuos de jeans y remeras cuatro talles más grandes que ellos, con gorras de beisbol o pañuelos atados en las cabezas. ¡Man!, ése era el público que esperaba la dosis de hip hop prometida!! y no precisamente a Vicentico poque aunque lo que bajaba de las tablas era un buen show, esos oídos no registraban ni pío (o algún que otro estribillo) lo que les cantaba el de la remera negra.
El acusado de no lavar sus jeans, o sea G. Fernández Capello, es decir Vicentico, cantó con ganas canciones como "Se despierta la ciudad", "Si me dejan" y "El tiburón", entre otras, sin dejar de hacer eje básicamente en los temas de su álbum solista "Los pájaros".
El fixture realmente lo ponía a uno entre la espada y el escenario, porque ¿cómo se podía hacer para estar viendo al mismo tiempo a Vicentico, a Moderatto y la Orquesta Típica Fernández Fierro, si estaban sonando casi simultáneamente en tres plató diferentes??? ¡Im-po-si-ble!
Así fue que cuando terminó el ex Cadillacs dejamos el Personal Motorola Stage y nos fuimos, mapa en mano, como andaban casi todos en el predio, al Personal Manía Stage para ver al combo del pibe con gorra de época Chaplin. Eran The Dandy Wharhols, que llegaron a Buenos Aires para presentar "Odditorium or warlords of Mars", su más reciente producción, una muy interesante serie de canciones que sorprendió y gustó a muchos, haciendo ver que se trata de una banda que según el Bebe Contepomi "podría ser definida como unos Velvet Underground de glam desarrollado", a lo que por nuestra parte agregaríamos la sensación de haber escuchado en ellos algunos rasgos de The Cure ("¡¡¡eso, eso!!!... a eso se parecía... ¡yo me quedé pensando que se parecían a algo, pero no daba con qué!", asintió un colega de Bahía Blanca en la combi que nos llevaría a la madrugada de regreso al hotel). Esta fue su primera visita al país, ojalá que no la última, aunque no será fácil movernos desde Jujuy para volver a ver a este buen cuarteto de Oregon. Entonces nos quedamos con sus canciones en la radio y con el recuerdo de haber visto a The Dandy Wharhols en vivo en un show sumamante agradable, logrado a todo rock y potencia.
A caminar de nuevo, ya con la noche a cuestas. El programa de mano -esta vez, un colgante al cuello con obleas circulares- ofrecía para ese momento los últimos tramos de Datarock en el Motorola Stage. Fuimos, vimos (al grupo, todos enfundados en joggings rojos), nos movimos (tecno al palo, con toda la onda) y volvimos (después de disfrutar las tres útimas canciones). Volvimos al Personal Manía Stage para encontrar a Phoenix, que recién arrancaba con su onda pop-rock.
¡Che, qué bueno esto! Debemos confesar que en nuestra mini colección de música de Francia esta banda no está, pero es promesa que algo vamos a conseguir, porque no podemos dejar de pasarlos en la radio. Los tipitos se declaran amantes del sonido ochentoso -en algún punto, lo de Phoenix trae recuerdos de Daft Punk-, su sonido fue excelente, fueron muy prolijos y todo estuvo en su lugar; tal vez por eso juntaron bastante gente delante de sus narices y fueron bien aplaudidos. Decían que entre el público había dos Miranda´s: Julieta Gattas y Ale Sergi.
Mientras unos estábamos en este derrotero, otros ya se iban poniendo un poco impacientes, más que nada en el escenario principal, porque aunque Tego Calderón (vestido de buzo negro, bermudas color crema, anteojos de sol y gorra) hizo las cosas bien y en su debut en Argentina se metió al público en el bolsillo -el puertorriqueño derramó ritmos latinoamericanos en su propuesta de reggaetón, logrando un set colorido y bailable-, lo que le siguió fue realmente como un chupete en la oreja. No por malo, sino por descolocado.
Pasó que contra lo anunciado, Gotan Project -con ese nombre, ¿hace falta explicar que hacen tango electrónico?- no tocó en el escenario más pequeño sino que fue "transplantado" al central, que había sido tomado como bastión del hip hop/reggaeton por los artistas que allí subirían a lo largo de la jornada.
Cuando los que esperaban a B Real se dieron en cambio con la tecnorquesta de Eduardo Makaroff, Philippe Cohen Solal y Christoph Müller, miles de signos de interrogación se asomaron sobre sus cabezas: ¿quiénes son estos?. De una, la cosa no encajó. A poco de comenzar, cuando la rechifla y las botellas de agua mineral voladoras eran signo de que ese no era su lugar, los músicos metieron violín en bolsa y dijeron que si los seguían despreciando, se iban. Los que no tenían gorra ni pañuelos atados a la cabeza, reflexionaron y los hicieron volver. Un par de temas más, de innegable calidad interpretativa como todo lo anterior, y de nuevo algunos botellazos sentenciaron que esa actuación no daba para más. Una verdadera lástima porque el grupo hacía muy bien lo suyo, pero ése no era su público.
Tanto se había hablado entonces de lo que venía, ya con evidente demora, que nos quedamos en la zona para ver qué era esto de B Real y el tal Snoop Dogg -a quien Vicentico insitía en llamar burlonamente "Snoopy" durante su temprano show-.
Sabrán, amigos, que no es un estilo musical que RadioUrbana cultive durante su programación, por lo que nos remitimos a lo que dijo el Bebe de ellos: "B Real, rapero norteamericano de descendencia latina, conocido en el mundo por ser el líder del grupo de hip hop Cypress Hill. Junto a sus amigos de la escuela Sean Dog y Mellow Man Ace formó dicha banda, que contó con gran cantidad de éxitos a lo largo de la década pasada. Como solista grabó dos discos: el primero ´Gunslinger´y el último ´Gunslinger Vol. II´".
Explicó también Contepomi: "Snoop Dogg es una de las figuras emblemáticas del hip hop, desde su irrupción en el mercado con ´Doggystyle´(1993), que alcanzó el primer puesto en su género y hoy es considerado un clásico. Se convirtió en uno de los más exitosos e influyentes raperos que no practican el estilo gangsta".
De la performance de B Real vimos un poco en la pantalla plana habilitada en la carpa de prensa, mientras tomábamos unas gaseosas que ayudaron a recomponer fuerzas después de tanto andar. La medianoche había quedado atrás y la combi que nos devolvería al hotel ya estaba esperando. Y don Snoop Dogg, ni fu ni fa. El cansancio generalizado en el grupo de periodistas pudo más y nos doblegó, tanto que levantamos vuelo antes de que el rapero blanco dijera chau.
Al día siguiente nos enteraríamos que un confuso episodio se había producido en el predio, más precisamente en el espacio del Personal Manía Stage, durante la tensa espera de que el divo llegue: Snoop Dogg apareció a la hora que todo debía haber terminado, y más tarde también. Entonces fue así que hubo alguna gresca, un pibe herido, corridas y tuvieron que apurar al morocho para que las cosas no pasen a mayores. Entonces subió, cantó y la noche pudo terminar encarrilada. Eso si, después se escuchó comentarios de toda índole, en todos los tonos y señalando a diferentes responsables.
La jornada del sábado sería una nueva oportunidad para vivir la música con otro ánimo. (Continuará)

POSTALES DE LA FIESTA DEL AÑO 1