158) RANCHEROS SIN TIEMPO
(SIEMPRE VIGENTES)

Dice la historia que "Rubén Fernández y Miguel Gabbanelli formaron Los Rancheros luego de la disolución de Autobús, en 1988. El nombre de la banda proviene de la casaquinta en la cual ensayaban, en el oeste del Gran Buenos Aires" (ver http://rock.com.ar).
Es decir que con 20 años de carrera, el grupo ya es parte de los buenos recuerdos de las generaciones noventosas y grata compañía de sus seguidores del nuevo milenio, todos seguidores de su propuesta de pop/rock y baladas.

Por eso no resultó extraño ver el sábado en la platea del auditorio “Martín Fierro” del barrio Los Perales a gente de 30 pirulos mezclada con changos y chinitas de 15/18, todos dispuestos a participar de una fiesta con las canciones más exitosas de la banda.
Invitados por nuestros amigos de Unicable y en compañía de la gente de Sony BMG, estuvimos allí esa noche y la verdad es que fue un gusto ver cómo la gente la pasó mucho más que bien... ‘¡Joya, loco... joya!!!‘ decía un pibe de la fila 12, más entusiasmado que la que parecía ser su novia, pero que no paraba de sacarle fotos a él y a la banda, aprovechando el fantástico marco que daban la escenografía y el set de luces, que estuvo buenísimo.
Con su voz siempre joven, Meno Fernández llevó el espectáculo por diferentes climas, repasando los temas que sobresalieron en cada uno de los siete trabajos que componen su discografía, en cierta manera resumida en el nuevo disco titulado "Canción sin tiempo", que marcó el regreso discográfico de Rancheros tras seis años de ausencia.
"Canción sin tiempo" es una colección de 14 canciones, doce nuevas versiones de sus clásicos más dos temas totalmente inéditos. Fue grabado en los estudios Panda de Buenos Aires bajo la producción del Chino Asencio y cuenta con la participación de invitados notables -y de palos diferentes- como David Lebon, Moris, Adrián Otero (ex Memphis), Adrián Barilari (Rata Blanca), Ale Sergi (Miranda), Juanchi Baleiron (Pericos), Gabriel Carámbula, El Mono (Kapanga), Mario Álvarez Quiroga, entre otros.
Aunque sin los invitados, el álbum fue pasado de punta a punta y hasta hubo un bis con sorpresa. La lista de temas incluyó: Lástima, Sabés que te quiero, Sin solución, Simplemente dame, La mujer que amo, Armas, Para enamorarte, Un millón de amor, El mensaje del río, La cruz, Brindemos, Prisionero, Mala vida, Casualidad y El Che y los Rolling Stones.
Es parte del rito: las luces de la sala se encienden para el último tema, los músicos se despiden y la gente se queda aplaudiendo para que salgan a escena nuevamente. Esa noche ocurrió lo mismo y Rancheros respondió... ¡y cómo...!!!
Meno, Miguel, Riqui y Julián cumplieron con ‘Será‘ pero pegadito nomás se largaron con su versión cover de ‘Me vuelvo loco‘, tema del grupo Tequila que todos los días es cortina de apertura de ‘Duro de domar‘, el programa de la tele que conduce Roberto Petinatto.
Tan sorpresivo fue este bis que ni figuraba en la lista que manejaban sonidistas e iluminadores, por eso es que este ‘regalito‘ de la banda para el público jujeño fue la demostración de la pasión mutua entre una y otro.
Después del final definitivo, fueron muchas y muchos quienes aceptaron la propuesta de Meno de esperar en el hall del auditorio una vez finalizado el show para llevarse no sólo los cd´s de la banda a un precio excepcional, sino también las tapas firmadas por los cuatro Rancheros y la foto ‘personalizada‘ en el celu o las camaritas digitales. ¡Larga cola fue la que se hizo!, pero nadie se quedó sin su cd autografiado aunque el último haya salido del complejo ‘José Hernández‘ cerca de las 2 de la madrugada.
En medio de tanto afecto, pudimos charlar -entre foto y firma- con los integrantes de la banda, que no se cansan de decir que aquí en Jujuy sienten que verdaderamente tienen un público que los sigue desde hace doce años con un cariño y fidelidad que no deja de crecer y sorprenderlos gratamente por supuesto. Tanto que -sin revelar quién de los cuatro nos lo dijo- reconocen que aunque en Salta tienen éxito, es en Jujuy donde tienen depositado el corazón.
Habrá sido por esto que la actuación, de unas dos horas, tuvo el muy agradable condimento del intercambio entre los músicos y la platea, con mucha calidez y un toque de fervor, adecuado al lugar. Claro, no es cuestión de descolgarse mal en medio de un teatro... aunque una avalancha hacia el borde del escenario y algún revoleo de pullover hubo sobre el final del show.
Meno y sus muchachos habían tocado el jueves en Salta, el viernes en Tucumán y desde aquí iban a Santiago del Estero. Si de algo estamos seguros es que se fueron de Jujuy llevando en sus corazones todo el afecto de un público que de verdad los quiere.