62) RICKY LLEGÓ AL NORTE PARA SEMBRAR LA SEMILLA DEL CAMBIO

Le habíamos avisado a él, Ricky Martin, que iríamos (hoja urbana N° 59). Él y nosotros cumplimos. Él cantó y nosotros estuvimos ahí para escucharlo, prolijo y relajado.

A la ciudad que antiguamente llamaban "El jardín de la República" -por sus recordados espacios verdes y bien cuidados paseos públicos- el portorriqueño había arribado cerca de las cinco y media de la tarde a bordo de su jet privado y acompañado por su mamá, según revelaron nuestros amigos periodistas de La Gaceta. También por ellos supimos que a la hora de la cena le clavó el diente a unos cuantos típicos tamales tucumanos y a un postre regional, esto poco antes de subir a escena. Sin dudas que con estas ancestrales recetas andinas acumuló la energía suficiente para desplegar su show, que lo tiene en permanente movimiento sobre el escenario a lo largo de casi dos horas.

Está claro que Ricky no es un superdotado de la voz, pero en estos veinte años de carrera ha demostrado ser dueño de un carisma que le permite ponerse al público en el bolsillo. Y también fondos y recursos que ahora en alguna medida vuelca con afán a sus cruzadas filantrópicas. Por esto último es que Unicef lo ha designado su embajador a nivel internacional. Eso habla muy bien del hombre. Aunque él habló por sí y de sí mismo frente a las once mil personas que lo fuimos a ver, en términos muy reveladores. En un momento del show, aunque transpirado pero visiblemente distentido, preguntó algo que parecía de rigor para cualquier espectáculo de estas características:
"¿Qué pasa Tchucumán?, ¿cómo la estás pasando?!!", a lo que la platea y las tribunas contestaron con un rotundo y ensordecedor "¡¡¡Bieeeennnn!!!".

"De esto se trata, de pasarla bien" retomó Ricky, y soltó la confesión: "Yo también, yo también la estoy pasando muy bien aquí... Pero creo que en general la estoy pasando bien en mi vida; al día de hoy hago un resumen en un momento muy especial, bueno, y quiero compartir esto con ustedes. Estoy en un momento muy especial, creo que existe mucho en el balance en mi vida, cosa que en momentos pasados no existió, y creo que el día de hoy estoy aquí porque hay agradecimiento, y el agradecimiento es algo que perdemos facilmente en esta locura, en la euforia, en el camino, en la adrenalina de la vida, definitivamente como que vas perdiendo el don del agradecimiento, el agradecimiento por las cosas simples, por las cosas que te hacen vibrar, las cosas que te hacen ser.




Mucho antes, casi al principio, había asegurado no tener explicación para su propio interrogante de por qué habían pasado tantos años sin que volviera a "Tchucumán", pero allí estaba, dispuesto a dar todo. Y lo hizo sin retacear nada, aunque siempre ajustado al libreto del show. Al punto que se podría decir que quien vio uno en Guatemala, Costa Rica o Argentina, los vio todos. La única diferencia con el show que los porteños vieron en el estadio de River Plate fue la ausencia aquí, en "Tchucumán", de La Mari, con lo que la versión de "Tu recuerdo" necesitó de la voz del público femenino para sonar imaginariamente algo parecida a la del "MTV Unplugged".
Los chicos de La Gaceta escribieron interesantes crónicas, que pueden leer haciendo click en estos dos enlaces:
http://www.lagaceta.com.ar/vernota.asp?id_seccion=7&id_nota=196822&fecha=06/03/2007&clave=Ricky
http://www.lagaceta.com.ar/vernotae.asp?id_seccion=7&id_nota=196796
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